Alea iacta est ¿La suerte está echada?

Hoy es la fiesta nacional, y ha tenido que salir gente a la calle para defender lo que debería ser obvio en un Estado consolidado, los arbotantes del entramado institucional. España tiene la Constitución de 1978 votada y refrendada por los españoles. Tiene un Estado con tres poderes: el ejecutivo, el legislativo y el judicial. Y tiene un Jefe del Estado que representa a toda una nación. ¿Tiene o tenía? Esto es lo que se supone que tiene, pero que trata de destruir la venenosa clase política que dirige España: socialistas, comunistas e independentistas. ¿Es España un Estado fallido? Se habla de Estado fallido cuando ninguno de esos tres poderes de un Estado constitucional democrático sigue cumpliendo lo que la Constitución le demanda.

El socialismo se hace comunista

Es muy difícil permanecer en silencio frente a la deriva totalitaria emprendida por el gobierno de España y ante la ingente cantidad de desatinos, dislates, perversión y desvaríos en su gestión de la salud, de las instituciones y del dinero público. Una pareja de mediocres mindunguis y mequetrefes despóticos gobiernan la nación, se llaman para los tontos, la izquierda progresista, pero su objetivo es implantar un régimen absolutista y perpetuo, porque no conciben el servicio público como algo temporal y pasajero; su ideal es instaurar una dictadura comunista ¿Por qué tenemos a la peor gentuza posible en el gobierno de la nación? ¿Cómo es posible que hayamos entregado a una canalla ignorante e inmoral la gestión de nuestros impuestos? Una selección de mentirosos, trileros y sátrapas profesionales ha llegado, por medio de una perniciosa partitocracia mafiosa a gobernar este país llamado España. El principio de razón suficiente tan querido por Leibniz nos daría la solución. Hay imperiosas razones, suficientes y necesarias, que han dado lugar a lo que llamamos España. Analizar en el devenir de la Historia el sujeto España desentrañaría sus predicados atribuidos, y veríamos el por qué de la decadencia de la clase política y de la vida pública de esta nación, y la actualidad que ahora nos aflige. No es el motivo de este escueto comentario, su relato sería ocasión, oportunidad y fundamento de varias tesis doctorales.

Pablo Iglesias con su generosa chepa

Aquí estamos. Para un vodevil grotesco estaría bien, pero es la vida real en comunidad lo que se dirime, y nos afecta a todos, y ésta se conduce y maneja por un atajo de totalitarios. Sánchez no puede ser más claramente el prototipo de charlatán de feria, el sabandija mentiroso de novela picaresca, arrogante, vil, sin sentimientos, superviviente de duelos y envalentonado por la fortuna, que le ha colocado al frente de una “organización mafiosa” (esa es la estructura básica de los partidos en España), “le llaman la PSOE”; y se acompaña, tras mentir descaradamente al electorado, del “moñas”, ese engendro del régimen genocida comunista, la criatura del narco-régimen de Caracas, que en la macabra pareja es el que hace de “matón”, ese sujeto que ha amenazado públicamente sin pudor a jueces, al Jefe del Estado, y que sus secuaces patean y difaman con el control de las redes y la calle a cualquier oposición, incluso han amenazado de muerte al juez que investiga los presuntos delitos cometidos por el vicepresidente del gobierno…El objetivo de ambos tiranos es el poder omnímodo, total y absoluto, por y para siempre. El conocido como el “chepa”, Pablo Iglesias, el macho alfa de la manada, ese machista que camina como escocido, una pura contradicción en todo, un oxímoron vivo, el “marqués de Galapagar” quiere mantenerse en el poder eternamente como Maduro, y ha sido bien claro, lo ha dicho en varias ocasiones para que todo el mundo lo oiga, incluso en el parlamento: “… nunca volveréis a gobernar…”, se refería de esta manera a la oposición. Y para ello pretenden destruir la escasa oposición que les queda, fundamentalmente dos: la Jefatura del Estado y la Judicatura: el poder judicial. Tienen ya atados y bien atados, o eso creen, a los demás poderes. Tienen comprado el parlamento, el legislativo, con los independentistas; y cada día ponen todo su empeño en desgastar y destruir con los medios afines, prácticamente todos, al Rey y a los jueces. El ataque al jefe del Estado ha sido feroz, despiadado y cruel; le han maniatado hasta la lengua; le han prohibido incluso la libre circulación, solo le permiten, cuando a ellos les parece bien, ir a determinadas regiones del Estado, como el País Vasco y Cataluña, porque dicen que provoca y altera la paz social y no es prudente para sus pactos con los independentistas, los cabestros que le dan la mano y tiran del carro para degradar siempre que pueden la idea de Estado, ese ariete que implementa y justifica la grave crisis constitucional que vivimos.

Violencia «simbólica al jefe del Estado

No ha sido menor el ataque a los jueces a todos los niveles. Han situado a su obediencia, mando y servidumbre, en la fiscalía general del Estado, a la socialista ex-ministra de Justicia del PSOE, a la amante del ex-juez reconvertido comunista, expulsado de la carrera judicial, el abogado de presuntos narcotraficantes y de gente de malvivir, Baltasar Garzón, que de paso, según algunos, hace de ministro de Justicia en la sombra; una señora profundamente ideologizada incapaz de la imparcialidad. Desde esa instancia evitan cualquier posible denuncia que se le pueda infligir al gobierno o que no le parezca bien al ejecutivo, y degradan e intoxican bajo su nefasta influencia a toda la carrera fiscal, que ha dejado de ser ecuánime, equilibrada e imparcial. No les ha temblado el pulso, no han tenido vergüenza al anunciar que cambiarían la ley, si ello fuera necesario, para nombrar a dedo y a su gusto a jueces y magistrados; esta es la realidad que vivimos. Sería interminable relatar el ingente número de fechorías perpetradas (incluso tienen a la Historia intervenida policialmente), en tan escasísimo tiempo, y con tan paupérrimo número de diputados ¿Se pueden ustedes imaginar lo que sería este país con una mayoría absoluta de estos miserables?… Aquí estamos, y esto es lo que hay…Y con hechos tan absolutamente consumados, aún la mayoría de la población parece que sigue en la inopia, pensando que en España no puede haber un sistema comunista totalitario como en Venezuela. Ya lo hay, solo tenemos que darle tiempo. Como una pila de naipes caerán uno tras otro: La Constitución, el jefe del Estado, el poder judicial y el poder legislativo. Quedarán ellos, un ejecutivo absolutista.

España, el país que peor ha gestionado la pandemia

Fruto de la necesidad, aparece en nuestras vidas algo, un ente absolutamente real, un coronavirus que estaba anunciando su llegada desde hacía veinte años, y los gestores de lo público encandilados en lo único que estaban, aumentar su poder, destruir al adversario, el trincar, el llevárselo al bolsillo, lo niegan, y luego le quitan importancia, y luego dicen que no se dieron cuenta, y luego dicen que son los mejores. Tenemos y padecemos una enfermedad comunitaria y generalizada que ha servido de piedra de toque del sistema, y ha puesto en su lugar a la salud pública y a la gestión política de España. Es un objeto real, no un ente virtual imaginario, el ideario infecto con el que mercadean los funambulistas de la mentira, su ideario para imbéciles, de eso que se tiran a la cara y de lo que viven estos tunantes, del “…y tú más”. En comparecencia pública, encantado de conocerse, el presidente del gobierno dice habernos salvado de la cruel enfermedad por su extraordinaria gestión, solo un absoluto inmoral alexitímico puede ser tan mendaz, nada menos que 50.000 muertos (por ahora…) y la ruina económica de todo el país, y se va de vacaciones en plena pandemia a remojarse los dídimos a las playas del sur, y nos informa, otra mentira más, de que un inexistente grupo de expertos ha diseñado “la desescalada” y la “nueva normalidad”.

Sánchez, Illa y Simón; el experto trío calavera

No conformes con lo perpetrado en la primera ola, el cabecilla de los expertos, que sabemos luego que no existen, un tal Simón, niega la segunda ola, dice que no lo ve claro, y mientras se va a hacer surf. Pero es que negaron y negaron la segunda ola, y de nuevo sin hacer preparaciones, las imprescindibles e imperiosas previsiones para el control de la enfermedad, para evitar en lo posible lo que ha sucedido; hasta que ya es un tsunami, y los encargados de la gestión de la pandemia, el de la estúpida sonrisa, tan vacía como su sesera, un tal Simón, y el ignorante de todo menos de la maldad, un tal Illa, un don nadie, reconvertido en ministro de Sanidad, siguen incapaces, procurando dolor, sufrimiento, muerte y penuria económica. Y en la cabeza de la responsabilidad de tal calamidad está Sánchez. Colocó en ese ministerio de Sanidad a un filósofo, por cuota de partido y de poder, al representante de la facción PSC del cantamañanas Iceta, para negociar el referendum de independencia de Cataluña. Y ahí lo ha dejado, para comandar la mayor crisis de salud de siglos. Estos sujetos, Sánchez, Simón e Illa, son los encargados de gestionar la salud de todos en España, y así nos va. Es lo que nos merecemos como nación porque aún, según muestran las encuestas, un 28% del electorado seguiría votando a Sánchez, que según dichas encuestas, además, es el político más valorado. Para llorar.

Casado, ¿hay alguien ahí?

No hablo apenas de la oposición porque no existe, es un ente ausente. Dicen que hay un tal Casado, es como un fantasma, por no hacer ni se le ve ¿Sentado espera que le saquemos las castañas del fuego y le entreguemos el poder, por el asco que generan los bastardos que gobiernan? ¿Va de socialdemocrata de derechas? ¿Quizá? ¿Cree que pervive el pacto socialdemocrata de la transición? ¿La alternancia en el poder? El socialdemocrata de izquierda ha desaparecido señor Casado, se marchó con Felipe González, ahora hay un pacto comunista e independentista. ¡Despierte de una vez! ¡Despierte ya! Al dinerismo del Ibex parece que le da exactamente igual, creen ellos que seguirán ganando dinero, gobierne quien gobierne. Difícil lo veo que usted señor Casado alcance el poder sin medios que contraprogramen el relato de los comunistas, sin cultura, sin discurso, sin iniciativas, sin ilusionar a nadie, sin nada…De hecho ustedes entregaron el poder a los mamarrachos que tenemos en el gobierno, por su inmanente corrupción e incapacidad absoluta de regenerar la vida pública y la democracia. Y Abascal, ¿es alternativa? Desde mi punto de vista no lo es. Es el contrapeso sociológico al aumento desorbitado de poder de los comunistas. Básicamente su ideario huele a naftalina y está en las antípodas del relato que circula como “el adecuado y necesario” en la mente de la gente. Un Estado jacobino, la Iglesia entronizada,…, un discurso en definitiva con demasiados contras para que se lo compre una imaginaria mayoría.

Sánchez e Iglesias = Estado fallido y crisis económica

Se comenta ya en Europa que España es un Estado fallido. Decía antes que se habla de Estado fallido cuando ninguno de los tres poderes de un Estado constitucional democrático sigue cumpliendo lo que la Constitución y el pueblo esperan de ellos. Siendo esto gravísimo, lo es aún más cuando ese Estado puede estar en la ruina económica, con una deuda impagable y presumiblemente mal gestionada. La gestión realizada por el Gobierno para contener la expansión del coronavirus en España ha sido muy cuestionada últimamente desde las tribunas de los periódicos más prestigiosos. The Economist señalaba la semana pasada a la «venenosa clase política» como la culpable de la situación económica y sanitaria de nuestro país. Luego ha sido el periódico más influyente de Suiza, el Neue Zürcher Zeitung, quien ha vuelto a sacar el debate bajo el titular: ¿Es España un “estado fallido”? Y opina acerca de cómo debería tratar la UE a ese miembro. Friedrich Leopold Sell, profesor de economía en la Universidad Bundeswehr de Múnich y jefe del consejo científico del Instituto Halle de Investigación Económica, ha planteado que la situación política de España «es demasiado inestable». Según Sell, «una ayuda financiera rápida y masiva de la UE para una España plagada de coronavirus no sería responsable», por lo que cree que «es posible que se necesite al Banco Mundial o al FMI para identificar proyectos significativos que merezcan financiación». Son palabras mayores. El descrédito de la política ha llegado a la economía y a la reserva y capacidad de financiación de un país que no ofrece garantías. Otro hecho incluso más preocupante: está saliendo dinero de las empresas españolas y de los fondos de financiación de deuda pública española; busca empresas y países políticamente más saludables. La huida de capital extranjero sería aún más devastadora y peligrosa que la no llegada de fondos europeos. Estado fallido y crisis económica es un binomio imparable hacia el abismo.

Alea iacta est ¿La suerte está echada? Sí, si lo permitimos. Esos tipejos son unos mierdas miserables pero ejercen el poder y no tienen escrúpulos. No han ganado todavía la guerra, pero se estaría muy ciego para no ver lo que se nos viene encima. Hay que resistir y empujar con fuerza, y a esta «gentuza» hay que tirarlos a la basura, porque nos va el futuro en ello. De todos nosotros, de uno en uno, depende construir un muro infranqueable para proteger a las instituciones democráticas y a las libertades. Cada uno dentro sus posibilidades. No podemos permitir que la barbarie comunista y los nacional socialistas independentistas, que les apoyan, acaben con la democracia que tanto esfuerzo nos ha costado construir. Ánimo y fuerza.